Se trata de una reforma en un piso de unos 80m2 en la que se nos indicaron dos directrices, reforma económica, pero sin renunciar a los equipamientos básicos actuales ni al diseño y la correcta elección de los materiales.
Se intentaron realizar los mínimos cambios de distribución para ahorrar costes y se puso el máximo empeño en el baño y el mobiliario de la cocina. El resto de la vivienda se cambiaron todas las instalaciones, carpinterías y revestimientos. Se optó por paredes blancas y tonos grises y negros en los acabados para dejar la vivienda como un lienzo preparado para aceptar futuras intervenciones de interiorismo.
En este caso nos encargamos tanto del proyecto y el diseño como de la ejecución de la obra, cumpliendo con uno de los factores más importantes para el cliente y para nosotros, ya que el incremento del presupuesto inicial fue de 0€.